Sector energético argentino balance y expectativas
Del Balance Energético Nacional de la República Argentina para el año 2020 se desprende que la demanda total fue de 50 millones de TEP (Tonelada Equivalente de Petróleo). Los sectores que más demandaron fueron Industria, Residencial y Transporte, cada uno participando con aproximadamente un 25% del total.
La Industria consume 40% de los 18 millones de TEP disponibles de Gas Distribuido por Redes y 41% de los 10 millones de TEP ofrecidos de Energía Eléctrica.
Dentro de Industria, de todas las formas de energía empleadas, se destaca el Gas Distribuido por Redes que representa un 57% de los 13 millones de TEP que consume. A continuación, le sigue la Energía Eléctrica con 33% del total. Entre ambas fuentes explican el 90% del sector Industria, comportamiento que se repite en Residencial y Comercial y Público. Por el contrario, en el Sector Agropecuario y Transporte lo más importante son el Gas Oil y Diesel Oil.
La actividad vitivinícola y el sector energético argentino
La actividad vitivinícola demanda en su etapa de elaboración, como envase principal el vidrio para la comercialización de sus productos.
El sector viene de soportar un problema logístico mundial del envase vidrio durante la pandemia. El cambio de hábitos de consumo durante el período de aislamiento llevo a que aumentara sensiblemente, en el mundo el consumo del vino en dicho envase.
Actualmente la producción de vidrio en argentina se encuentra concentrada en 3 empresas (Verallia, Rigolleau SA de la familia Cattorini y Cristalerías Rosario de Owens Ilinois)
A nivel mundial, durante la pandemia, la producción de envases de vidrio priorizó la elaboración de contenedores para las vacunas. Los problemas de logística complicaron a su vez la importación en general. La oferta se vio restringida. Si bien se eliminaron trabas por parte del BCRA las alícuotas de importación se mantienen. Esto podría mejorarse para reducir la presión a los precios locales de los envases. Una propuesta sería eliminar el arancel de importación 10% y la tasa estadística que eleva a un 13% total más el costo para el caso de Tunez como país exportador a la Argentina de dichos envases.
La producción de vidrio es altamente demandante de gas.
Si se analiza la estructura de consumos intermedios de la industria del vidrio calculada por la Matriz Insumo Producto Nacional con base 2004 se observa lo siguiente:
Fuente: Matriz Insumo Producto Nacional base 2004
La provisión de gas a la industria del vidrio y la tarifa al sector impacta en un 3% al incremento de costos creando una incidencia tal que un ajuste tarifario a la industria y un problema de abastecimiento del insumo para el vino puede perjudicar la producción regional del producto.
La vitivinicultura viene explorando envases alternativos que requieren maduración en la penetración del consumidor. Aunque los metales necesarios para la producción de la lata están experimentando presiones en sus precios internacionales por el conflicto bélico Rusia-Ucrania. Una ayuda económica que impulse el uso del envase alternativo, en especial en la coyuntura comentada, puede aliviar la provisión del envase a la industria regional.
Se puede implementar algún programa de fomento al uso del envase alternativo y una reducción del costo por programas de compras asociativas puede reducir los impactos.
Otra de las industrias vinculadas al abastecimiento de insumos a la industria vitivinícola es la de abonos y productos plásticos. Siguiente el mismo análisis vemos lo siguiente:
Fuente: Matriz Insumo Producto Nacional base 2004
El sector vinculado (abonos y plásticos) tiene una alta demanda en productos derivados del petróleo. Adicionalmente las importaciones de fertilizantes se complican para todos los países del mundo y los precios internacionales de agroquímicos se ven afectados por el conflicto bélico.
El sector energético en su conjunto afecta directa, pero en mayor medida indirectamente a la producción vitivinícola argentina.
El incremento de los combustibles fósiles a nivel internacional y local, junto a la falta de abastecimiento perjudican en gran medida a toda la cadena en el momento de cosecha. También empujan los costos de la cadena y de todas las industrias de las que depende la vitivinicultura.
Se trata de una producción esencialmente regional con alto impacto en la generación de mano de obra. Esto puede apreciarse en el gráfico 1 del documento elaborado por el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación, en base a la matriz insumo producto (“La estructura productiva nacional: un análisis de los encadenamientos y multiplicadores sobre la base de la matriz insumo-producto de2015”)
El gráfico demuestra como la rama de alimentos bebidas y tabaco genera más empleo integrado verticalmente explicando que es un sector que absorbe más empleo de lo que genera directamente. En dicha rama la vitivinicultura es la que potencia dicha premisa.
El efecto multiplicador de la rama es indiscutiblemente de los más importantes de las ramas de la economía Argentina, como puede verse en el siguiente cuadro de la misma publicación anteriormente referenciada:
Es una de las preocupaciones del sector vitivinícola lograr aportar al déficit energético que enfrentará la Argentina en los próximos meses intentando aminorar el impacto negativo en precios y abastecimiento que pueda perjudicar al sector.