El reconocido periodista internacional Henrique Cymerman entrevistó al pontífice luego del importante encuentro con los lideres del conflicto de Medio Oriente, Un encuentro en la sede Vaticana, donde el Papa Francisco no tuvo ningún problema en abordar temas como el fundamentalismo, la ciencia, la religión y la pobreza en el mundo. Desde nuestra sección de noticias culturales, queremos compartir esta nota y el enlace al video completo.
El diálogo entre las grandes religiones
Para Francisco su encuentro con los líderes de Israel y Palestina fue algo más que un simple viaje, para él rezar fue un acto político con mayúsculas: “Sin oración no se puede hacer nada. A todos nos viene bien elevar la mirada a Dios”. No se considera un gran líder pero sabe que con su carisma ha cautivado al mundo entero. Él mismo considera que hoy en día “hay más cristianos mártires que en los primeros años”.
El problema de la seguridad ciudadana es uno de los que más le preocupa, y que incluso el mismo vivió en propia persona cuando visitó Brasil: “Se que me puede pasar algo pero estoy en manos de Dios. Cuando fui a Brasil fui en un “Papamovil” cerrado, y yo no podía saludar al pueblo en una lata de sardina. Aunque sea de vidrio. Para mí, eso es un muro. He firmado en todos los países a los que voy que yo me hago responsable de lo que me pase. A mi edad, seamos realistas, hay poco que perder”.
El pontífice no se quedó ahí y hablo acerca de la riqueza: “No se puede entender el Evangelio sin la pobreza. El pueblo de Dios le puede perdonar a un pastor, a un cura, que por ahí se haya pegado un resbalón afectivo. Se le perdona. Que haya tomado un poquito más de vino. Se le perdona. Nunca le va a perdonar que esté detrás del dinero o que maltrate a la gente. Curioso como tiene el olfato el pueblo de lo que Dios le pide a un pastor. Jesús no quiere que seamos príncipes, quiere que seamos servidores”.
Francisco tiene las ideas muy claras y ante la pregunta de Henrique acerca de si sigue pensando que es un párroco afirma: “Me siento papa me ayuda a hacer las cosas con seriedad, y la gente de mi alrededor es muy serio. Tampoco se puede jugar a ser el papa párroco. Si viene un jefe de estado hay que recibirlo con toda la dignidad que merece. Las cosas de párroco van saliendo poco a poco, como el apagar la luz”. Y es que para el Papá su misión dentro de la Iglesia es “servir a la gente” un gesto que hace porque sencillamente le sale de desde lo más profundo de su corazón.
Su misión de párroco ha dejado paso a su labor como el dirigente de todos los cristianos, las pasiones que levantan no le han hecho dejar de ser lo que era ni acabar con su humildad: “Yo no soy ningún iluminado y nunca vine con un proyecto debajo del brazo, porque nunca imagine que me iban a dejar acá. Es todo de la reflexión y recomendaciones que hicimos en el cónclave antes de elegir”.
Retomando su viaje a Palestina e Israel, Henrique Cymerman pregunta al Santo Padre acerca del fundamentalismo, un drama que ha terminado con la vida de miles de inocentes tanto en Occidente como el Oriente: “Por las religiones llegamos a contradicciones muy serias. Las tres religiones -judíos, islamistas, cristianos- tenemos grupos fundamentalistas. El fundamentalismo no saluda con shalom, shalam ni paz, sino con ver donde te pueden dar. Fundamentalismo es violencia”
El drama de la violencia religiosa sigue presente en nuestra sociedad y el antisemitismo crece de manera preocupante en Europa: “El antisemitismo anida mejor en la derecha”. Respecto a los archivos del Vaticano, Francisco no tendría problema en que se conociese la verdad respecto al Papa Pío XII, criticado por su actitud frente al holocausto judío, el Sumo Pontífice responde con otra pregunta: “¿Por qué no se critican a las grandes potencias que conocían las redes ferroviarias que conducían a los campos de concentración?”
Fundamentalismo, violencia, inseguridad ciudadana… estos temas preocupan al Papa pero hay otro que le afecta más, la pobreza y el hambre: “Está probado que con la comida que sobra se podría alimentar a los hambrientos. El sistema del centro económico no es bueno. En todo centro del sistema tendría que estar el hombre, no el dinero y por eso en esto de la economía se ve que se descarta a los chicos y los ancianos, se está descartando a un pueblo. Los jóvenes porque son una savia nueva y a los mayores porque son la sabiduría para esos jóvenes. Es un sistema económico malo porque idolatra al dinero. No se puede descartar a los jóvenes por como esta formado el sistema económico”.
Sobre el drama de la desocupación, Francisco tiene claro que no puede seguir esta situación: “Antes se hacía una guerra, pero como no se puede hacer una tercera guerra mundial se van vendiendo armas”. El desánimo y la desocupación deben ser solucionados por una clase política sin corrupción: “Hay que rehabilitar la política es un acto de caridad”
Ante la pregunta inevitable de qué equipo apoya en este mundial, Francisco no quiso contestar: “Los brasileiros me pidieron neutralidad y cumplo con mi palabra. Porque siempre Argentina y Brasil eran antagónicos. Espero poder ver algún partido. Hice una grabación para la inauguración porque hay que aprovechar un acontecimiento lúdico para crear cultura de encuentro, de fraternidad”.
Por último, también tuvo un recuerdo para su antecedor el Papa Benedicto: “Hizo un gesto que le honra y abrió una puerta los papas eméritos, yo haré lo mismo que él”. ¿Cómo quiere ser recordado en un futuro? el Papa se sincera: “No lo he pensado, pero me gusta cuando uno recuerda a alguien y dice: ‘Era un buen tipo, hizo lo que pudo, no fue tan malo‘. Con eso me conformo”.