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En la zona de Fray Luis Beltrán, este del departamento de Maipú, 47 pequeños productores en noviembre de 1988, en el marco del programa de integración de la Bodega Giol, formaron la cooperativa, que transformó a todas las familias que operan con ella, socios o terceros, ya que abarca desde la obtención de la uva, la elaboración de su vino y la certeza de la comercialización y cobranza, al estar integrada a FECOVITA.

Desde 2011, certifica BPM, buenas prácticas de manufactura. Es la
primera cooperativa acreditada por la gran transformación de sus
instalaciones y procesos, y el espíritu de su gente.

En el mes de octubre recibieron la visita de los directivos de Acovi-Fecovita, con quienes intercambiaron opiniones sobre la situación vitivinícola, las herramientas del cooperativismo y las posibilidades que se abren en el futuro para una optimización de la producción.  “Tenemos que estrechar filas para integrarnos más fuerte -explicó Eduardo Sancho, presidente de Acovi-Fecovita-. Los problemas del productor son los problemas de la cooperativa y de Fecovita. Han pasado muchas crisis y esta también es muy fuerte. Por el momento no hay respuestas oficiales a nuestro pedido de mejorar el precio y eliminar stock, sobre todo de blanco, que arrastra el precio del vino para abajo. Esto nos tiene que llevar a ser cada vez más eficientes para superar este momento”.

Rafael Martinez, presidente de la cooperativa, recalcó que “La visita fue muy positiva. Es muy importante el intercambio con Acovi, buscamos conjuntamente acciones que beneficien al productor. Podemos tener opiniones diferentes, pero de eso se trata el trabajo en conjunto, de ver los problemas desde diferentes perspectivas y ver cuál es la mejor solución que a veces no logramos ver. Este es un momento difícil, hay personas que abandonan la finca cuando la heredan, o simplemente se van.  Igualmente nosotros seguimos apostando al crecimiento y la mejora”.

Por su parte, Adriana Pepa destacó “Como siempre la vista de Acovi y Fecovita nos permite un contacto directo que en este momento de tantas dificultades es una voz esperanzadora para seguir trabajando y apostando a lo que sabemos hacer. Ha sido importante el tema de la recolección de la uva, con un protocolo para ser más eficientes y reducir costos, y que tiene que ser un servicio que debe brindar la cooperativa. Cada vez es un momento más difícil el momento de la cosecha, por lo tanto las cooperativas tenemos que avanzar en este sentido”.

Coop. Agrícola Beltrán

La cooperativa tiene una elaboración promedio de 45.000
quintales, aportados por los 24 productores asociados y algunos
terceros, en una superficie cultivada de 125 hectáreas (un
parral de 3 hectáreas de Malbec es de la asociación), entre las
uvas tintas hay Bonarda, Tempranillo, Malbec y Cabernet y en
blancas, la Pedro Jiménez, Torrontés, Cereza y criollas, de las
que se obtienen 2.400.000 litros de vino, 30% tintos comunes
y 70% blancos y 1.000.000 de litros de mosto.

Los productores de la zona, dirigentes y profesionales vinculados
participan en cursos y talleres de capacitación con el asesoramiento
permanente de organismos como INTA, SENASA,
Iscamén, Desarrollo Económico de la Municipalidad de Maipú,
ACOVI y FECOVITA

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