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¿Por qué la vitivinicultura está en riesgo? ¿Cuál es el rol del Estado en la regulación del Vino? ¿Qué ocurrió con el Vino Argentino? Políticas equivocadas terminaron con el equilibrio entre la oferta y la demanda que la misma industria había generado. Estas pueden resumirse en falta de competitividad para las exportaciones producida por políticas públicas equivocadas, altos costos inflacionarios, tasa de interés elevadísima y una implementación errónea del acuerdo Mendoza-San Juan. Todos estos inconvenientes no fueron creados por el sector, sino por el Estado, al cual le pedimos soluciones.

HAGAMOS HISTORIA

El Estado siempre tuvo que intervenir en el sector vitivinícola para asegurar calidad y salubridad a tal punto que Cuyo es pionera en establecer una legislación nacional para los vinos. Desde 1959 tiene una ley de vinos 14.878 aun vigente que regula y creó el INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) quien debe ejercer el control técnico de la producción, industria y comercio de la vitivinicultura.

En 1914 por las prácticas irregulares y superproducción se derramó 234.000 hl de vino en las calles de Mendoza.

En 1950 el Estado adquirió GIOL pero no logró promover nuevos mercados, ni exportaciones, ni diversificar, ni cambios tecnológicos para mejorar la calidad. La crisis por excedentes continuó acosando el mercado. Las medidas fueron drásticas.

En 1988 el Gobierno decidió desestatizar Giol y pasar a manos de una Federación de 5000 pequeños productores integrados en cooperativas (FeCoVita).

En la Década del 70 se erradicaron viñedos viejos y de baja calidad.

En la Década del 90 (1994) ante la gravedad de la saturación del mercado interno y la consecuente caída del precio del vino, los gobiernos de Mendoza y San Juan firmaron un acuerdo (ley 6.216) para que ambas provincias fijen cada año un porcentaje mínimo para usos no vínicos y realizar una diversificación (Para Mosto).

Este acuerdo funcionó correctamente, pero el año pasado (2014) el INV equivocó el pronóstico de cosecha y el acuerdo se aplicó mal, ya que se fijó un porcentaje erróneo para mosto (a pesar de las advertencias de las entidades vitivinícolas). La consecuencia más grave de todo esto es la caída del precio del vino, perjudicando gravemente al eslabón más débil de la cadena, el pequeño y mediano productor vitivinícola, ya que no puede asumir los costos que implica una cosecha.

Cayeron las Exportaciones

En el contexto macroeconómico nacional de los últimos tres años, el incremento en precios de insumos (muchos importados), mano de obra y logística fue superior al aumento del precio del vino de traslado (blanco y tinto). Esto generó pérdida de rentabilidad a los pequeños productores y asociaciones de productores, quienes tampoco pudieron exportar los excedentes al mercado internacional por la escasa retribución e impuestos de las operaciones.

Los últimos pasos en este conflicto

2014 – El Estado Provincial hizo todo lo contrario a lo que le propusieron las entidades vitivinícolas, los expertos en el tema, los trabajadores que llevan generaciones trabajando la vid. Para colmo, el Gobierno Provincial anunció a final del año UN BLOQUEO de VINOS imposible de aplicar y que no produce el efecto deseado: darle mayor precio a la uva y al vino.

Con el bloqueo propuesto NO se puede producir el aumento inmediato del precio del vino que el productor necesita.

El precio del blanco escurrido que se ha mantenido de hace más de dos años. Con el precio actual estimado en $ 1,80 el productor debería gastar el 50% sólo para levantar la cosecha.

Cómo hace para pagar corresponsabilidad gremial, Irrigación y todas las labores relacionadas con el trabajo de finca. Para esto solamente, necesitaría de un precio aproximado por litro de $ 4,00. Y por supuesto y los más grave, ¿con qué vive?

A su vez el bloqueo agrava un problema ¿quién asume el costo de mantenimiento y de ocupación de vasija, cuando el costo de acceso al financiamiento supera el 35%?

El bloqueo no va incidir en absoluto en el mercado de uvas cosecha 2015, porque la existencia física del excedente no se modifica, y sigue presionando los precios a la baja.

La consecuencia es que el productor hoy tiene que dejar el 40% de la uva sin cosechar, porque no puede endeudarse cuando su producto no vale.

Estos pedidos no fueron solucionados ni por el gobierno nacional, ni por el gobierno provincia, por lo tanto un gran arco que abarca el 95% de las entidades vitivinícolas, resolvió ir a una movilización para que se escuchen sus reclamos. Esta se realizó el 15 de enero desde distintos puntos de la provincia hasta la Casa de Gobierno Provincial.

Allí se expresaron los siguientes pedidos:

  • Recursos para sacar los 200 millones de litros excedentes.
  • Destinar un 35% para diversificiación y mosto.
  • Urgente sanción de la “Ley de uso de jugos naturales” que crearía un nuevo mercado interno para el mosto y las economías regionales de jugo.
  • Abrir nuevamente las posibilidades de exportación.
  • Créditos de cosecha y acarreo de modo irrestricto y adecuados a la situación del productor.

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