Así lo indica el informe de Costos de producción y Puntos de Equilibrio elaborado por el Observatorio de Economías Regionales en febrero de 2015.
Al analizar los costos laborales, en el caso del vino blanco escurrido y el vino tinto genérico, la mano de obra la que tiene mayor peso dentro de los costos totales, significando poco más del 50% de los mismos. El siguiente costo más grande es el de mecanización, seguido por el costo de los insumos.
En cuanto a los costos laborales, estos representan un alto porcentaje del costo total, tanto si se tiene en cuanto la amortización en su cálculo cómo si no. El costo salarial representa cerca del 40% de los costos totales en el caso del vino blanco escurrido, y los aportes representan aproximadamente un 10% más del costo total, siendo los costos laborales cercanos al 50% del costo total.
Cuando se analizan los costos por actividad, son las curaciones y tratamientos los que implican un gasto mayor (aproximadamente 23% del costo total), seguido por las cosecha y por la reposición de fallas y madera.