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Entrevista para Diario Los Andes. Domingo 12 de junio de 2016.

Es uno de los dirigentes históricos del cooperativismo en Mendoza. Eduardo Sancho es presidente de la Federación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas (Fecovita). Se trata de una cooperativa de segundo grado que asocia a 29 cooperativas, integradas por más de 5.000 productores, que tiene en su poder la tarea de comercializar en el mercado interno más de 260 millones de litros de vino fraccionado.

El representante de los cooperativistas estimó que frente a las crisis que atraviesa cíclicamente el sector, la única forma de salir es integrado, al tiempo que señaló la necesidad de empezar a generar una reconversión que nada tiene que ver con la variedad -como se realizó en los ‘90- sino con la tecnología que se utiliza en los viñedos con el objetivo de abaratar costos y mejorar rendimientos.

-¿Qué percepción tiene de la industria vitivinícola hoy?

-La vitivinicultura está saliendo de un ciclo que fue totalmente nefasto. Estos dos o tres años que hemos pasado han sido muy malos desde todo punto de vista. El bajo precio perjudicó enormemente al productor, no solamente al pequeño, sino al grande y al mediano también; este período fue tremendo.

-¿Por qué pasamos por un período de sobrestock?

-Esto se ha dado, a criterio mío, porque no se cumplió con el acuerdo Mendoza-San Juan. Este es un tema que sabemos todos, no se puede discutir que necesitás un sistema de regulación cuando tenés uno que funciona correctamente para no generar excedentes en el vino y tener una vitivinicultura equilibrada.

-¿Cómo se mantiene el equilibrio?

-De diferentes formas. Por el lado de la demanda, aumentando el consumo interno y las exportaciones, y por el lado de la oferta, derivando a otros productos. No tenemos otras alternativas y esto es lo que establece el acuerdo Mendoza-San Juan. Un stock equilibrado está en los 4 meses, cuando tenemos más de eso los precios empiezan a caerse.

Cuando hay menos, se produce un aumento de precios que afecta al consumo; así, tenemos que mantener el equilibrio. Si no equilibramos la oferta y la demanda ya sabemos que se produce el ejemplo típico que hemos vivido en los últimos tres años, cuando los precios se fueron al piso y se fundieron muchos productores.

-¿El acuerdo Mendoza-San Juan requiere revisiones?

-Sí, hay que revisar toda la reglamentación y permanentemente hay que hacerlo. Primero hay que ver si parte del mosto se puede diversificar de otra forma. Hay que ver alternativas; puede ser que el biodiésel o quizás hay que ver cómo se puede dejar la uva en la cepa, una idea que apoyamos. Lo peor es lo que nos pasó en 2014 y 2015, cuando no valían ni el vino ni el mosto. Entonces el productor quiebra porque cubre la mitad de los costos.

-Con este escenario, ¿cómo cree que debería enfrentarse una reconversión?

-Tenemos que discutir sobre cosas posibles. Creo que hay que hacer una reconversión, pero cuando hablo de este tema me refiero no solamente a los varietales, creo que hay que hacer una reconversión tecnológica, y a eso es a lo que apuntamos desde las cooperativas y desde Fecovita. Hay que tener líneas de créditos accesibles para que el productor se pueda tecnificar y ser más rentable. Cuando hablamos de tecnificación nos referimos a cosecha mecánica, por ejemplo.

Este año, a pesar de tener una muy baja producción no hemos podido cosechar en el momento oportuno por falta de mano de obra, que además es cara. Tenemos que pensar en una alternativa tecnológica, y para eso hay que ayudarlo al productor. Nosotros lo hacemos a través de las cooperativas, pero al que no está en cooperativas se le va a complicar mucho. Desde Fecovita estamos trabajando para desarrollar las cooperativas de servicio, que ayudan al productor a bajar costos.

-¿De qué se trata?

-No es razonable que con la tecnología que existe ahora un productor de unas 8 hectáreas tenga que tener su propio tractor, pulverizadora, etc. Entonces eso lo tiene que tener la empresa de servicio, que es de los mismos productores y le presta el servicio de cosecha y acarreo mecánicos, de pulverización; esto es parte de la transformación. También tenemos que transformar el área de riego; seguimos regando a la oferta, hay que empezar a regar a la demanda.

-Con la peor cosecha de los últimos 56 años, ¿cómo está la situación del productor hoy?

-Es una situación difícil la del productor. Este año el productor que está integrado en una cooperativa tiene más herramientas para salir adelante, esto ya se comprobó durante la crisis, cuando Fecovita pagaba entre 30 y 40% más el vino. Además financiamos todos los productos agrícolas a tasa de interés 0 prácticamente. Vamos a seguir acompañando. Por ejemplo, este año hemos creado un fondo para poder financiar la transformación de los productores.

-¿Cómo ve el negocio vitivinícola para los próximos años?

-Creo que se va recuperar el negocio vitivinícola. El año que viene vamos a tener una mejor cosecha, con precios más o menos normales. Esta cosecha nos sirvió para sacar los excedentes. Pero hay que estar atentos porque creamos excedente muy rápido y volvemos al problema inicial. Si volvemos a crear excedentes como el año pasado de 200 millones de litros de vino serán muy difíciles de sacar.

Coviar y todos sus frentes 

Tanto el año pasado como este, Coviar ha estado en el ojo de la tormenta y ha recibido cuestionamientos principalmente de otras entidades que reclamaban participación en la Corporación. En este sentido, Sancho sostuvo que “en Coviar solamente no están los que no quisieron, los que no quisieron serán los responsables de eso. Acá es muy fácil tirar piedras de afuera”.

Agregó: “Las puertas de Coviar están abiertas totalmente pero hay que hacer el esfuerzo, es decir, no porque yo quiera imponer mi idea y no sea aceptada me levanto y me voy. En el caso de los productores, que no existían cuando se formó Coviar o no tienen personería jurídica o una cierta antigüedad porque requiere tiempo entrar formalmente porque hay una ley nacional que cumplir, pero aunque no entren formalmente tienen todos los canales abiertos, pero hay que tomarse el esfuerzo de consensuar”.

Otro de los cuestionamientos más duros ha sido el cambio en el actuar y los discursos de Coviar, que pasaron desde lo estratégico del sector al ámbito de los reclamos coyunturales.

Sancho sostuvo que esa es un critica aceptable y admitió que “el exceso de problemas en la coyuntura ha llevado a Coviar a meterse en la coyuntura. Para mí Coviar no se tiene que meter en la coyuntura, se tiene que mantener en lo estratégico, sí o sí. Lo que ocurre es que la vorágine de lo que nos ha pasado ha sido muy fuerte, y quizás un poco inconscientemente las circunstancias nos han llevado a meternos en la coyuntura. Pero hay un consenso muy grande de Coviar de que hay que mantenerse en la estructura. Es cierto que el gobierno de San Juan pidió que nos metamos en la coyuntura, pero siempre nos mantuvimos en que no hay que meterse”.

También señaló que “lo que pasa es simple, en la coyuntura no estamos todos de acuerdo y eso va a ser la destrucción de la Coviar, porque las diferencias empiezan a ser importantes. Ojo porque estas mismas entidades que ahora nos critican antes nos decían que debíamos meternos”.

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