“Es muy lamentable que de un objetivo muy loable que es corregir los parámetros sociales vinculados a la violencia, metan en la misma bolsa a la industria vitivinícola y cuestionen el producto del trabajo, del esfuerzo, del salario. Estas conclusiones no pueden ser posibles a esta altura de la vía institucional del país”, señaló Carlos Iannizzotto, directivo de ACOVI y presidente de CONINAGRO.
“Reclamamos que no se sancione esa ley porque es un grave perjuicio a nuestra industria, a las economías regionales, y es confundir a la población. Argentina no tiene un problema alcohólico, tiene un problema social de violencia, de drogadicción, de excesos. Son situaciones que nos duelen como ciudadanos y como padres, pero los índices muestran claramente que se consume menos vino que en otras oportunidades”, añadió.
“Es una situación muy compleja. Como padre me duele muchísimo la problemática que estamos viviendo pero hay que saber distinguir. Es increíble que este Gobierno, a pesar de que pasen los meses, aún no puede reivindicar a las economías regionales. Este proyecto es un desconocimiento de una situación que ataca mucho a nuestra industria”, concluyó.