Este informe tiene como objetivo comparar el precio del vino que recibe el productor vitivinícola con el precio de los insumos que utiliza para producir y con otros bienes.
Para ello se utiliza un indicador denominado el Poder Adquisitivo del Vino (PAV), que representa la capacidad de compra que tiene un productor al recibir el pago por un litro de vino. En este sentido, dado el precio que recibe el productor por vender su vino, se analiza la cantidad de litros que necesitaría vender para poder adquirir diferentes bienes.
En mayo de 2018 se deterioró el poder adquisitivo del vino tinto y vino blanco respecto al mismo mes de 2017. Es decir que un productor vitivinícola bajo las características analizadas necesitó mayor cantidad de litros para comprar sus insumos.