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El Observatorio de ACOVI realizó un informe comparativo entre la poda tradicional y alternativas mecanizadas como poda de caja (box pruning) y poda mínima. El resultado fue que con la modernización podría ahorrarse hasta un 43% de costos. Por otro lado, en un año aumentó un 25% el costo de podar manualmente, en especial por la actualización de los salarios y de los insumos cotizados a valor dólar.

Al respecto, Carlos Iannizzotto, presidente de CONINAGRO y directivo de ACOVI, comentó: “La vitivinicultura necesita un proceso de mejora continua que le permita al productor una mayor competitividad. Disminuir los costos y hacer más eficientes los recursos como la mano de obra, junto con la aplicación de métodos alternativos como en el caso de la poda, son opciones viables para mejorar la situación del sector vitivinícola”.

La poda es una de las labores principales del ciclo productivo, ya que en esta actividad básica se define la estrategia de producción anual. De una buena acción de poda depende el rendimiento y la sanidad de la planta el año siguiente.

En el estudio se analizó un caso tipo de pequeño productor con una finca de 10 hectáreas. Como se ve en el cuadro a continuación, en comparación con el año 2017, el costo de las tareas de poda y atado de manera manual  se ha incrementado en un 25%, movido principalmente por los insumos que se cotizan a valor dólar y por la actualización de los salarios. El costo total por hectárea de estas labores de manera tradicional asciende entonces a $14.179

Existen dos alternativas a la poda tradicional:

  • Poda mecánica (box prunning), que consiste en recortar la canopia como una caja.
  • Poda mínima (minimal prunning), donde no se interviene o la intervención en la planta es mínima, sólo para despejar el interfilar para el paso de la maquinaria.

En ambas alternativas aumenta la cantidad de yemas, lo que incrementa el número de racimos y la producción entre un 70%-150%. Se reduce el vigor de las plantas y no es necesario el atado de brotes. De todas formas, es un requisito contar con la posibilidad de mecanizar también la cosecha; es decir, adecuar y modernizar el viñedo para que las maquinarias puedan trabajar.

Los costos asociados a estas labores vienen dados por el servicio de alquiler de la maquinaria, siendo aproximadamente de $8.045 por hectárea. Comparado con el método de poda tradicional ($14.179), estos métodos de poda mínima o de “caja” ahorran $6.134, es decir reducen los costos en un 43%.

Por su parte, Nicolás Vicchi, subgerente de ACOVI, explicó cómo con el cooperativismo esto podía llevarse a cabo: “Para un productor de pequeña y mediana escala sería muy difícil adquirir estas maquinarias por su cuenta. En este contexto, el uso asociativo de las mismas y la contratación de empresas de servicio a través de las cooperativas son alternativas más convenientes desde el punto de vista económico y financiero para los productores”.

Para acceder al informe completo se puede copiar el siguiente enlace: http://c1351772.ferozo.com/poda-2018-estimacion-del-costo-de-los-distintos-sistemas-junio/

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