Cada año, el 8 de octubre es una fecha para que la Argentina revalorice el trabajo en el campo. Ello nos da pie a celebrar con todos nuestros productores vitivinícolas y con aquellos de las demás economías regionales del país, reflexionando también sobre el valor de la labor rural.
Fue un 8 de octubre, pero de 1944, cuando se sancionó el primer Estatuto de Peón de Campo (promovido por el entonces Secretario de Trabajo Juan Domingo Perón). Dicho estatuto establecía medidas en defensa del salario del peón y la estabilidad del trabajador, el pago en moneda nacional, la ilegalidad de deducciones o retenciones, salarios mínimos y descansos obligatorios, entre otras. Vale decir que la normativa sufrió varias idas y venidas y en 2011 se sancionó el nuevo estatuto mediante la Ley 26.727.
Si reflexionamos sobre el valor del trabajo rural, para Mabel Valero, productora y actual vicepresidente de la Juventud de Cooperativas Vitivinícolas (JUCOVI), la labor en la finca es una pasión: “Uno sigue porque le apasiona, es el cariño lo que a uno le hace seguir ahí. Quizás ganes más con otros trabajos menos complicados pero no es lo que más te gusta. Acá está la satisfacción del viñedo”. Para la joven de Nueva California el cooperativismo le permite compartir “con la gente que está en la misma situación que uno”.
A su vez, el presidente de CONINAGRO y directivo de ACOVI, Carlos Iannizzotto, considera que el “el trabajo integra a la humanidad”. Es el camino para combatir el flagelo de la indigencia y de la desnutrición que daña a nuestro querido país. A todos los trabajadores rurales: ¡¡Feliz Día!!