Nuestra entidad participó junto a entidades como el INTA e Irrigación en el diálogo con productores y funcionarios para pensar una vitivinicultura a largo plazo. Además, se mostraron interesados en generar un observatorio vitivinícola replicando el modelo de ACOVI .
Tarija es la principal zona boliviana de vitivinicultura, reconocida por el destilado Singani. Actualmente busca triplicar las hectáreas cultivadas invirtiendo en obras de riego y generando nuevos modelos de negocios. Allí se reunieron del 23 al 27 de octubre productores, asociaciones de regantes, cámaras de bodegas y funcionarios para analizar el sector y compartir experiencias.
Nicolás Vicchi, subgerente de ACOVI, fue parte de la visita y destacó el interés por el Observatorio Cooperativo de ACOVI: “Quedaron muy interesados con nuestro modelo. Nos hemos comprometido en colaborar y poner en marcha el observatorio de Tarija”.
En base a la experiencia de COVIAR, una sugerencia fue institucionalizar al organismo a cargo del plan estratégico. “Hoy en día es un grupo impulsor, lo que nosotros recomendamos es la generación de un espacio más institucionalizado con una figura jurídica, con reglamentos, donde esté tanto el sector público privado articulando las políticas”, comentó Vicchi.
Finalmente, el sábado 27 se realizó un almuerzo con los embajadores de Argentina y de Alemania, donde se dialogó sobre la realidad argentina de la vitivinicultura en Mendoza y el país. La experiencia de FECOVITA y de la integración de la cadena productiva sirvió de ejemplo de cómo a través de la economía de escala se puede ser competitivo a nivel mundial.