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La Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) publicó un informe realizado por su Observatorio, en el cual se analizan los costos de producción, ingresos de los productores y análisis del punto de equilibrio.

Para el análisis se consideraron los gastos según el ciclo productivo de la uva y las siguientes características del productor:

  • Propietario de finca, dueño de tractor.
  • Tamaño finca: 10 hectáreas (marco de plantación: 2,5 x 2,5, hileras por ha.: 44 x 90 mts.).
  • Sistema de conducción: espaldero sin tela antigranizo.
  • Sin contratista

Se consideran cuatro tipos de productores: de uva tinta común con un rendimiento de 150 quintales por hectárea. De uva blanca común con un rendimiento de 200 quintales por hectárea. De uva tinta varietal malbec con un rendimiento de 120 quintales por hectárea. Y de uva blanca varietal chardonnay con un rendimiento de 150 quintales por hectárea.

Ciclo productivo

Para el análisis se consideró un ciclo productivo de junio a abril. En el mes de mayo no se realizan tareas relevantes, por lo que es un mes que no se considera en el ciclo productivo.

  • Enero: Riego, tratamiento fitosanitario, repaso y manejo de brotes
  • Febrero: Riego, rastreo, siembra de vicia
  • Marzo: Cosecha y acarreo, riego y fertilización
  • Abril: Tratamiento fitosanitario, riego y erradicación
  • Junio: Poda
  • Julio: Atadura, mantenimiento y reposición de fallas
  • Agosto: Laboreo de suelo, riego e incorporación de vicia.
  • Setiembre: Riego
  • Octubre: Fertilización, desbrote, control de hormigas, tratamiento fitosanitario, aplicación de herbicidas y riego
  • Noviembre: Tratamiento fitosanitario, fertilización y riego
  • Diciembre: Tratamiento fitosanitario, herbicidas, riego, laboreo de suelo, cruzado de brotes y tratamiento contra botritis.

Costos

Por cada kilo de uva tinta que el productor entrega a la bodega elaboradora, recibe 0,60 litros de vino en el caso de las tintas y 0,58 para las uvas blancas. Tanto para una como para la otra, los vinos recibidos son genéricos.

Con lo recibido, el productor debe pagar la energía, que para el presente informe se considera un uso de pozo para el riego que necesite una potencia de 17 kw y un consumo anual de 38.382 kw/h anuales. Además, el flete de cosecha, el pago de cargas patronales, impuesto inmobiliario, impuesto a los débitos y créditos bancarios, servicios (irrigación, electricidad, gestión contable e impositiva y asesoramiento técnico). Los costos calculados son los totales de producción antes del pago de impuesto a las ganancias o monotributo (según corresponda) y netos de IVA.

Vino tinto genérico

El costo de producción anual de una hectárea ascendió en agosto a $131.006
($/ha). Sumando los costos administrativos y las amortizaciones, el costo total de producción vitivinícola de una hectárea en agosto fue de $195.339.

Ingresos: Precio productor sin IVA: $14,13 por litro2.

El ingreso del productor de vino tinto asciende a $ 127.214 por hectárea, netos de IVA.

Se estima que un productor que hace uso del pozo la actividad de riego tiene una rentabilidad negativa de -$68.125por hectárea. Para el caso de la escala de viñedo analizada, la pérdida es de $681.249.

Punto de equilibrio

En el caso de este productor que riega mediante uso de pozo es necesario aumentar el precio del litro de vino un 54% para lograr el equilibrio, pasando de los actuales $14,13 por litro a $21,80. De manera alternativa, el productor debería incrementar su rendimiento un 76%, desde 150 a 264 quintales por hectárea para equilibrar sus cuentas.

Evolución de la valorización de los ingresos, costos y resultado por hectárea, considerando los precios vigentes de cada mes:

En el último año se observa una tendencia a la recuperación en las cuentas del productor, ya que si bien aún no ha logrado el equilibrio, en el 2020 los ingresos muestran un incremento mayor a los costos.

En agosto de 2019 los costos de producción superaban a los ingresos en 82%
(resultado negativo por hectárea de $64.495). Por su parte, en agosto de 2020, los costos superan a los ingresos en 56% (pérdida por hectárea de $68.906), si bien el valor absoluto de la pérdida es mayor, la brecha entre ingresos y costos se ha reducido

Vino blanco genérico

Para un productor de vino blanco común se estima un costo de producción anual por hectárea de $138.329 ($/ha). Sumando costos administrativos y las
amortizaciones, el costo total por hectárea en agosto fue de $204.300.

Ingresos: Precio productor sin IVA: $13,67 por litro

El ingreso anual de un productor de vino blanco genérico asciende a $ 158.536 por hectárea, netos de IVA.

Los resultados muestran que un productor de vino blanco genérico enfrenta una rentabilidad negativa de -$45.764 por hectárea. Si se considera una explotación de 10 hectáreas, la pérdida asciende a $457.641

Punto de equilibrio

Un productor de vino blanco genérico requiere un precio de $17,66 por litro, para llegar al punto de equilibrio. Esto implicaría la necesidad de que el precio de mercado actual se incremente un 29%.
De manera alternativa, si el precio por litro de vino se mantiene en los valores actuales el rendimiento por hectárea debería incrementarse un 42% desde los 200 quintales por hectárea, a 284 quintales por hectárea.

Evolución de la valorización de los ingresos, costos y resultado por hectárea, considerando los precios vigentes de cada mes:

Si se compara la situación actual con la estimada en agosto de 2019, se observa una recuperación en la situación del productor. Esto se da, al igual que en el caso del productor de vino tinto, por una recomposición en el precio de mercado durante 2020, que ha superado el incremento en los costos totales. Es así que en agosto de 2019 los costos eran 94% superiores a los ingresos (pérdida de $74.208 por hectárea), mientras que en agosto de 2020 si bien los costos superan a los ingresos, esta brecha se ha reducido al 29% (pérdida por hectárea de $45.764).

Desde Acovi, Nicolás Vicchi, subgerente general, se refirió a las posibilidades de abordaje para mejorar la situación de los productores: “Entendemos que si bien la problemática de la producción primaria requiere un abordaje desde diversos ángulos, resulta prioritario en la actualidad trabajar en herramientas que permitan continuar con la recomposición de los precios pagados al productor primario. En este sentido, creemos que se debe avanzar en mecanismos que permitan la potenciación de la demanda, la diversificación de la oferta y la integración de la cadena productiva, asimismo, se debe garantizar incrementos en góndola acordes a la variación en el poder adquisitivo del consumidor de manera de contribuir a la sostenibilidad del precio pagado al productor».

“La Ley recientemente aprobada de creación del Banco de Vinos -continuó el directivo- se plantea como una alternativa que permitiría el control de los stocks vínicos evitando excesos de oferta que impacten negativamente en precios». Y agregó: “Se considera muy importante avanzar en nuevos acuerdos internacionales que permitan incrementar el flujo exportado, lo cual se traducirá en una mayor demanda de vinos que impactaría positivamente en el precio. Esto debe ser acompañado por un contexto cambiario favorable, con un tipo de cambio real competitivo y sostenible».

“Se debe continuar potenciando el consumo interno -reclamó-, promoviendo el consumo responsable y evitando que la recuperación observada durante este año se deba a un efecto meramente pandémico. Potenciar nuevos esquemas asociativos otorgando beneficios diferenciales a aquellos actores que adopten relaciones de comercialización de mediano y largo plazo, permitiendo entre otras cosas, establecer pautas claras de precio, actualización de los mismos y plazos de pago al productor primario. Estos beneficios planteados deben ser tanto para actores de distintos eslabones de la cadena, como así también horizontalmente entre actores del mismo eslabón.”

Y finalizó: «Es importante volver a insistir en el tema de financiamiento e incentivos acordes a la realidad productiva para la mejora de la producción en calidad y cantidad, propulsando la incorporación de mecanización en la producción primaria».

Frente a la Cosecha 2021

Ante el desafío actual por la problemática que podría generarse en relación a la mano de obra que viene de otras provincias para hacer a la cosecha, Acovi sostiene que es una oportunidad para potenciar el método de cosecha asistida o semimecanizada, que brinda menos necesidad de mano de obra, mejor calidad de trabajo para el cosechador y mayores garantías para el productor.

Dadas las restricciones de circulación interprovincial y la importancia que tienen estos trabajadores en la cosecha, se deberá trabajar en protocolos y mecanismos que permitan la llegada de aproximadamente 2.500 cosechadores requeridos por el sector cooperativo vitivinícola. Esto permitiría asegurar una masa laboral suficiente para levantar la producción en tiempo y forma, evitando pérdidas de producción que empeoren aún más la situación de los productores primarios.

Ver informe completo: Costos de producción primaria – Agosto 2020 – Observatorio Acovi

Fuente: Enolife

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