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La Nación confirmó que no habrá fondos para subsidiar proyectos de largo plazo como el Proviar II. El reclamo que el sector considera vital para llevar adelante el Plan Estratégico.

El pedido de Coviar luego de la baja de aportes no reembolsables
Sin Proviar II, los productores vitivinícolas pierden financiamiento y apoyo. Foto: Walter Moreno/Mdz

Los recortes por parte del Gobierno nacional volvieron a alcanzar a la vitivinicultura que no está ajena al ajuste generalizado de la economía. El sector pierde ventas en el mercado externo e interno y en último, en abril se registró una baja de 11%, según el Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV). Ahora la Nación confirmó que no enviará los Aportes No Reembolsables (ANR) que correspondían a la ejecución de la segunda etapa del Programa de Apoyo para Pequeños Productores Vitivinícolas de Argentina (Proviar II).

El Proviar se nutría casi en su totalidad con aportes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que aportaba U$S40.000 millones mientras que el Estado nacional sumaba 10.000 millones más para totalizar en los U$S 50.000.000 que poseía el programa.

En esta oportunidad, los objetivos apuntaban a fortalecer la innovación tecnológica, la comercialización así como apoyar a las mipymes lideradas por jóvenes y mujeres. La convocatoria para proyectos se había abierto a fines de julio de 2023 y, aunque se presentaron diversas propuestas, todavía no se había realizado la selección final. El ente que implementaba estos fondos era el INV, que no ofreció explicaciones sobre este cambio ni acerca de los fondos que supuestamente se habían destrabado para este fin.

“Entendemos que se trata de una medida unilateral que afecta a todos los programas de este tipo”, explicó Mario González, presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar). Esta entidad es la encargada de ejecutar el Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) 2023 y casi no tenía injerencia con relación al Proviar. Lo que sí hacía debido a su territorialidad e institucionalidad era realizar las convocatorias y recibir las postulaciones, sin embargo, esta suspensión no implica cambios dentro de Coviar. Ahora, desde el sector esperan otras medidas para sacar adelante la vitivinicultura.

Los pedidos concretos

Desde la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (Acovi) expresaron que había 1.300 productores y 350 grupos asociativos que habían presentado proyectos para Proviar. Se trata de un trabajo que lleva tiempo y fondos para reformular propuestas que ahora quedarán en la nada debido a que, luego de la presentación inicial, se debía hacer la selección final.

Ahora, resta saber si habrá algún tipo de respuesta del INV ya que en su momento el presidente de la entidad, Carlos Tizio, había dicho que el primer aporte de fondos sí se iba a realizar. “Queremos saber qué se va a hacer con los 8 millones de dólares que supuestamente estaban depositados con afectación específica”, preguntó Fabián Ruggeri, presidente de Acovi.

La vitivinicultura con más dudas que certezas.

En este marco, desde la Corporación Vitivinícola ahora esperan que esta baja de Proviar II se reemplace rápidamente con otro tipo de posibilidades para el sector. Desde el punto de vista de lo planteado por el PEVI 2023 el sector debe trabajar en pos de lo que el mundo y el consumidor buscan. Con una vitivinicultura apaleada desde hace más de un año en lo que a ventas y competitividad respecta, la mirada de largo plazo tiene que ver con estar a la altura de lo que piden los mercados.

“Para ello se necesita, al menos, financiamiento”, expresó Mario González quien agregó que todo lo realizado hasta el momento ha sido a cuenta del sector privado y que sin crédito no hay posibilidad de proyectarse. “Tenemos el diagnóstico y hay una línea a seguir, solo faltan tasas accesibles para poder poner manos a la obra”, precisó el presidente de Coviar.

En este sentido, el pedido claro es que para poder crecer e ir hacia donde marca el largo plazo se precisa financiamiento. “No hay manera de reconvertirse sin un sistema financiero serio con tasas mínimas y plazos de al menos diez años”, expresó González quien agregó que en la actualidad las tasas son inaccesibles y de allí la importancia general de los ANR que ofrecía Proviar.

En un marco de ajuste y recortes varios, la Coviar había sido puesta en tela de juicio por parte de algunos grupos del sector vitivinícola, pese a que su funcionamiento depende de un aporte de privados acordado por ley. Desde la Corporación Vitivinícola expresaron, sin embargo, que en la última reunión con Pazo se renovó el compromiso del trabajo conjunto y se desestimó cualquier medida de este tipo. Además, subrayaron que Coviar es la ejecutora del PEVI y que este no solo tiene el consenso de los distintos actores de la vitivinicultura sino que también se revisiona anualmente junto a otras áreas de la economía.

Nota completa en el siguiente enlace:

https://www.mdzol.com/dinero/2024/5/27/el-pedido-de-coviar-luego-de-la-baja-de-aportes-no-reembolsables-430733.html

 

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