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“El Fondo Fiduciario Agrícola que se propone no soluciona el problema, sino que aumenta un 5% el costo del productor”

Falencias operativas y falta de precisión en la metodología son algunas de las deficiencias que señalan desde ACOVI al proyecto planteado.

En los últimos días resurgió un proyecto de ley que plantea la creación de un Fondo Fiduciario Agrícola Compensador de Daños por Contingencias Climáticas, de carácter obligatorio y universal para todos los productores agrícolas mendocinos inscriptos en el RUT (Registro Permanente del Uso de la Tierra).

Sin embargo, este proyecto que promete aliviar la situación de los productores ante adversidades climáticas, tiene varias e importantes falencias y detalles que no se deben obviar.

Sobre este tema se refirió Marcelo Federici, protesorero de ACOVI y vicepresidente de la coop. El Poniente, quién señaló el desacuerdo de la Asociación de Cooperativas por varios motivos.

“Primero, por temas operativos, porque el proyecto deja a la reglamentación temas fundamentales como son el costo por hectárea de cada frutal, la metodología y la no vinculación con el consejo asesor. Es decir que es prácticamente una medida que viene desde el nivel gubernamental, desde el Ejecutivo, tanto los porcentajes de aporte como de indemnización”, detalló.

Específicamente sobre los porcentajes, dijo que “se habla de un aporte del 5% del costo de producción y de una indemnización máxima del 75% del costo de producción. O sea, si bien el productor aporta el 5% del costo de producción, cuando le cae piedra (que produce un daño para uno, dos o tres años), la indemnización es de solo el 75%. Es decir que tampoco le están dando una solución, porque no puede trabajar el viñedo. Para que sirva, el productor tiene que salvar al menos los costos de producción (el 100%), pero en este caso ya arranca como máximo con el 75% del costo. Significa que no va a poder trabajar el viñedo ni siquiera con el seguro agrícola”.

Asimismo, el productor cooperativista destacó la necesidad de conocer de antemano y con precisión cual sería la metodología de evaluación de los daños utilizada. “Históricamente, ha habido muchas diferencias entre el daño real que tiene el productor y el daño tasado. Uno de los grandes miedos es que se maneje con el porcentaje de tasación y con la forma de tasar el nivel económico del resarcimiento; que se maneje no por el daño real, sino por la disponibilidad de fondos disponibles”, consideró.

La falta de claridad sobre el método de trabajo es otro de los aspectos a los que se refiere ACOVI. “Como se trabaja con las declaraciones de RUT, en algunos casos como por ejemplo en las chacras, está declarado un cultivo pero puede haber dos o tres al año o estar rotando, con lo cual se requiere algún grado de fiscalización y conocimiento de estas tierras. Y como sería un fondo común para vitivinicultura, fruticultura, horticultura, etc. no está claro cómo funciona y parece complicada la implementación”, explicó Federici y agregó: “Sobre todo, toda esa implementación queda supeditada a como la trabaje el comité ejecutivo, con lo cual surgen las dudas de cómo se va a reglamentar”, concluyó el cooperativista.

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