Situación del comercio exterior de vinos argentinos a sus principales destinos.
Interesa analizar las perspectivas del comercio exterior que enfrenta hoy la vitivinicultura argentina.
Las exportaciones FOB de vinos argentinos exhiben una concentración, en el acumulado a junio de 2022, del 60,35% en 4 destinos principales: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Brasil.
En el siguiente informe vamos a explorar las perspectivas de dichos mercados en términos de exportaciones de vinos. Para ello nos centraremos en algunos indicadores que dinamizan dichos agregados económicos internacionales en el comercio exterior y la vitivinicultura en particular. Las exportaciones de nuestro país representan importaciones de nuestros productos para los países de destino. Nuestros compradores incrementarán la demanda de éstos a medida que se vuelvan más baratos, en términos relativos, y cuando gocen de mayor ingreso disponible para comprar. Vamos a evaluar cómo la situación de inflación mundial extraordinaria que viven nuestros clientes y su política monetaria anti inflacionaria, puede impactar en los negocios internacionales del vino argentino.
En general, los gobiernos de los destinos mencionados poseen grados de libertad para aplicar políticas monetarias contractivas que enfrían su economía y reducen los niveles de inflación. Principalmente utilizan la tasa de interés como mecanismo para desincentivar el consumo e incentivar el ahorro. Ese menor consumo reduce las presiones inflacionarias, pero también generan desaceleración en la actividad económica y pueden provocar recesión.
Para medir qué tan baratos, relativamente, estamos para esos países de destino usaremos el tipo de cambio real que sintetiza la evolución de los precios generales de esos destinos, el tipo de cambio nominal que nos vincula y nuestra inflación doméstica. Un aumento del tipo de cambio real nos vuelve más baratos para los países de destino. Adicionalmente una caída del PBI implica una reducción del ingreso de esos países que destinan a comprar nuestros vinos y es otra variable que afecta al comercio exterior argentino.
Es importante aclarar que se usan tipos de cambio reales generales publicados por el ministerio de economía de la nación.
Estados Unidos
Actualmente Estados Unidos atraviesa la inflación más alta de los últimos 40 años. Frente a esto se encuentra aumentando la tasa de la FED de forma intensa desde inicios de 2022.
La inflación venía acelerando a un ritmo similar al del primer semestre de 2021 pero se retroalimentó con el conflicto bélico que impacta en los rubros energéticos y de alimentos. En marzo la FED tomó un camino de endurecimiento de la política de tasas y logró reducir esa inercia, no sin afectar la actividad económica. Los últimos dos trimestres verificaron técnicamente un ingreso en zona de recesión económica de la principal potencia mundial.
La competitividad de Argentina con USA viene cayendo desde febrero del 2021, es decir que nuestros productos en general (incluido el vino) se volvieron más caros, en términos relativos, para un comprador norteamericano. Es de esperar que esto continúe, dado que los aumentos de tasa de interés de la FED están generando una deflación en ese país de destino. Para colmo de males la recesión reduce el poder de compra vía ingreso de esos consumidores.
Las exportaciones de vino a ese destino caen en volúmenes un 20% y 17% en valores FOB, comparado con igual mes de junio del año 2021, confirmando la pérdida de competitividad. La tendencia de los 3 años muestra una inercia creciente que se puede estar debilitando por la pérdida de competitividad que se mencionó anteriormente.
La medición arrojaría a julio 2022 vs julio 2021 una reducción preliminar de competitividad total del 13% en el destino USA, explicado por una inflación argentina del 71% que supera a la devaluación oficial contra ese destino del 33% y una inflación de USA del 9%. A su vez el PBI de USA muestra un estancamiento en el período de análisis que no tracciona la compra de nuestros vinos en ese destino y que pronostica un futuro de recesión. Es de esperar que esos volúmenes sean difíciles de colocar y podrían empujar hacia el mercado interno lo que no se pueda colocar o deprimir los precios a los que se los coloca en el mercado externo.
El ritmo de inflación argentina, su lento acompañamiento del tipo de cambio oficial de destino, la reducción de la inflación de USA y la recesión que comienza a transitar son todas fuerzas que deterioran la competitividad argentina con USA para los vinos argentinos y los productos que exporta en general.
Brasil
Atraviesa la inflación más alta de los últimos 30 años. Se encuentra aplicando una fuerte política monetaria contractiva elevando sensiblemente las tasas de interés.
El mes pasado la fuerte restricción monetaria logró reducir la inercia inflacionaria provocando una deflación del 0,68%.
La competitividad medida por el tipo de cambio real con Brasil deja a las exportaciones argentinas en una situación de vulnerabilidad llegando a niveles de los más bajos de los últimos 2 años y medio. El atraso con el tipo de cambio real, respecto a 12 meses atrás es del 17% (julio 22 vs julio 21)
El mercado general de los productos argentinos que se exportan a Brasil encuentra una dificultad algo superior a la que existe con USA como destino. La devaluación oficial con el real de nuestra moneda es algo inferior a la del dólar, ubicándose en un 28% más cara en términos nominales en el mismo período. La actividad económica de Brasil se encuentra con un estancamiento, si se lo compara con igual período (julio) del año anterior. Situación similar a la de USA, lo que no aporta un motor adicional que traccione la compra de nuestros productos. Las exportaciones de vino en volúmenes físicos retrocedieron un 15%, algo inferior al de USA, y un 1% en valores FOB.
Reino Unido
La inflación del Reino Unido también se convirtió en un problema y la política monetaria contractiva se está intensificando posterior a la del resto de los países.
La inflación reacciona lento a los ajustes y todavía muestra una inercia que podría convalidar nuevos y mayores aumentos de tasas.
El tipo de cambio real con el segundo principal destino de exportaciones de vino no sufrió un gran deterioro como en el resto de los destinos. La pérdida de competitividad para el destino UK es de sólo el 6% comparada con julio del año pasado.
La devaluación oficial contra la libra esterlina es del 16% en el período y adicionalmente el Reino Unido muestra un crecimiento de la actividad económica del 4,5%, lo que ayuda a sostener el destino. Las exportaciones en volúmenes físicos aumentaron un 2% pero cayeron un 5% en valores FOB indicando una caída promedio del precio del vino exportado a ese destino.
Canadá
En materia de inflación la situación de Canadá no es muy diferente que la del resto del mundo, pero exhibe tasas de inflación menores y aplicó una fuerte política monetaria contractiva que está dando resultados en reducir la inflación.
La competitividad de nuestros productos con el destino Canadá viene perdiendo nivel desde mediados de 2021.
Es con el destino que mayor pérdida de competitividad sufrimos al caer un 18%. La devaluación nominal de nuestra moneda respecto del dólar canadiense fue del 29% y exhibe una inflación algo menor al resto de los países de destino. La actividad económica se mantuvo creciendo en un 5% pero fue insuficiente frente a una inflación argentina que superó el 70% en el período analizado para mantener las exportaciones de vino que, en volumen cayeron aproximadamente un 16% y se mantuvieron estancadas en valores FOB.
Perspectivas
Argentina se encuentra en camino de ajustar las tasas de interés pero no logra superar la inflación, por lo que en términos reales se mantienen negativas. La inflación se mantiene creciendo y con perspectivas de seguir el patrón de subida, dado los aumentos recientes en combustibles y los impactos del ajuste de subsidios a las tarifas. Este camino empeora la competitividad de todos los destinos mencionados ya que forma parte del denominador del precio relativo, denominado tipo de cambio real para cada destino.
Un mercado externo con perspectivas desafiantes para la colocación del vino y un mercado interno con poder adquisitivo en caída son un panorama poco alentador para el segundo semestre del año en la colocación de productos que no son de extrema necesidad.