DIARIO SITIO ANDINO – PUBLICADA EL 14 DE DICIEMBRE DE 2014.
Estamos en la crisis más fuerte de los últimos 20 años. Ese es el diagnóstico de la situación sobre la vitivinicultura que hace Eduardo Sancho, dirigente de Acovi, miembro del directorio de Fecovita y hombre fuerte en la Coviar.
“Siempre somos optimistas y esperamos que las medidas de ayuda a la producción salgan. Más si no son medidas complicadas de aplicar y si estas evitarían grandes problemas a toda la vitivinicultura, no ya sólo a los pequeños productores. Estamos hablando de más de 50.000 productores de uva, sin contar los obreros de viña. Es un problema muy grande que se tiene que solucionar”, abre el diálogo con SitioAndino.com Eduardo Sancho.
“Si el Gobierno no toma las medidas que tiene que tomar se va a encontrar con un conflicto tremendo y con una crisis tremenda”, advirtió Sancho, quien no descartó que productores de distintas zonas salgan a las calles a protestar en breve por la difícil situación que atraviesan.
La primera víctima de esta crisis, advierte el dirigente empresario, es el obrero rural y el resultado se ve en los indicadores de empleo y desempleo de Mendoza. La segunda víctima será el productor de uva. Y son cosas estructurales que tienen consecuencias estructurales.” Van a bajar los precios de las propiedades, van a venir de afuera y por dos pesos van a comprar fincas y se va a producir una fuerte concentración haciendo desaparecer al pequeño productor de uva”, advierte el cooperativista.
“La solución es lo que hemos acordado y por desgracia no hay otra: sacar del mercado no menos de 100 millones de litros de vino y fijar el 35% de diversificación de la producción de uva para que sea destinada a exportaciones o mosto. Son dos medidas que tienen que ir juntas y en simultáneo porque si no es como no hace nada”, afirma Sancho.
-¿Qué rol están teniendo los gobiernos provinciales de Mendoza y San Juan en esta situación?
-Ahí uno nunca sabe cómo son las cosas en la mesa de decisiones entre el Gobierno Nacional y las provincias, pero en esto hemos sido muy claros y hasta duros. Consideramos que los gobiernos provinciales no están haciendo todas las cosas que tienen que hacer. No digo que no están haciendo nada, están haciendo, pero el tiempo pasa, no se avanzó con los títulos vitivinícolas no sabemos por qué, después se sacó un decreto cuando les dijimos desde el principio que esas medidas no iba a solucionar el problema. Y estamos ya a 10 días del 20 de diciembre como fecha máxima para poder sacar una ley o conseguir los fondos para poder sacar los excedentes vínicos y en febrero arranca la cosecha. Estamos hablando de $300 millones como piso para poder sacar una buena parte de los excedentes de vino. Me parece que $300 millones, que además se pueden recuperar fácilmente, en un presupuesto de más de $40.000 millones como el de Mendoza para 2015 son poco relevantes e insignificantes a nivel nacional teniendo en cuenta que con este dinero se puede ayudar a toda una economía regional. Aquí están en juego más de 50.000 productores, entre pequeños y medianos, y toda una estructura vitivinícola que se nos puede destruir en un año.
El dirigente fue más allá en su preocupación y lanzó una advertencia: “el Gobierno va a tener que poner muchísima más plata y mal si no se actúa ahora para solucionar este problema. El Gobierno debería analizar los costos sociales que puede tener esta crisis”.
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