Acercar la modernización a los pequeños productores es uno de los principales desafíos que se ha propuesto el cooperativismo vitivinícola y en el que viene trabajando desde hace un tiempo en conjunto con otras organizaciones como el INTA y la Asociación Ad Hoc de Pequeños Productores de la COVIAR.
“Vemos una necesidad apremiante de mejorar los rendimientos de los viñedos y optimizar los costos de producción, bajándolos al máximo posible”, señaló el jefe del área técnica de ACOVI Ing. Agr. Daniel Massi. “Para eso hace falta modernizar nuestras estructuras productivas y la forma en la que producimos en los viñedos”, explicó.
En palabras del ingeniero, mucha de esa modernización pasa por la mecanización de las labores y actividades, y para mecanizar hace falta inversión y organización. “Se trata de tecnologías más o menos complicadas, no siempre al alcance de la pequeña producción, que incluye una necesidad de renovación del equipamiento constante y un manejo adecuado de la misma para ejecutar con eficiencia los trabajos. Resulta difícil para el pequeño productor acceder a esta tecnología de la mecanización en forma individual”, expresó el técnico.
Entonces, “el medio para lograrlo es hacerlo de una forma conjunta, que debe ser a su vez muy eficiente y organizada. A eso le llamamos empresas de servicio. No es necesariamente una terciarización a empresas externas, sino que se trata de aprovechar la economía de escala que podemos lograr entre muchos, a nivel de cooperativas, para implementar este auto-servicio”.
El rol de los ingenieros agrónomos
Para llevar a cabo estas empresas organizadas, es imprescindible la asistencia técnica de los ingenieros que tienen un rol muy importante, porque “no se trata de una acción aislada, sino que se une con el resto del asesoramiento, la compra de insumos conjunta, etc.”, aclaró Massi.
Un desafío para los jóvenes cooperativos
En la primera reunión realizada recientemente sobre empresas de servicio, la mayoría de los socios de cooperativas presentes eran jóvenes y de la llamada “generación intermedia”. “Son los más entusiastas para esto y entienden los desafíos que implica. También la actividad tiene un dinamismo mayor y eso atrae a los jóvenes”.
Asimismo, Massi contó que en algunas cooperativas ya se están realizando algunas acciones en este sentido, con algunos ejemplos con respecto a la cosecha asistida -y luego será con la cosecha mecanizada- que son las actividades más apremiantes respecto a la cantidad y calidad de la mano de obra.
“Ya estamos en el paso de tener alguna organización y estamos buscando el financiamiento para la inversión, para cosecha y laboreo”, detalló.