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Por Dr. Carlos Iannizzotto, Presidente de CONINAGRO y Directivo de ACOVI y FECOVITA.

Las celebraciones en todos los aspectos de la vida tienen razones y fundamentos claros, si no es imposible realizarlas. Hoy, en el Día Internacional de las Cooperativas, celebramos lo que somos y brindamos por nuestro trabajo diario.

Celebramos la organización y la gestión, como en el caso del cooperativismo vitivinícola, que resguarda al pequeño y mediano productor integrado. Celebramos la ventaja real de estar asociado que nos brinda mayor productividad y eficiencia, para lograr más recursos y mejor calidad de producción para la ruralidad. El cooperativismo entra y participa en muchos aspectos de nuestra economía y eso nos enorgullece.

Creemos que este año el cooperativismo le puede ofrecer al país, dentro de los muchos servicios que presta, una mayor integración de la mano de obra y así, tener una mayor rentabilidad para nuestra industria y nuestras economías regionales.

En nuestro caso, como instituciones vinculadas al cooperativismo en el agro, ofrecemos la oportunidad de producir en escala, de organizarnos y gestionar aspectos que son fundamentales para bajar costos y posibilitar una mayor competitividad. Esto incluye la obtención de insumos y la mejora de los servicios prestados. Toda esta producción en escala es lo que nos permite competir contra la concentración.

Vemos, además, que el cooperativismo tiene vigencia como generador de empleo, y este es el gran desafío que tiene por delante la economía argentina.

La ruralidad y el cooperativismo pueden combatir el flagelo de la pobreza y la falta de empleo con organización, gestión, productividad y la generación de una capital social, en donde el individualismo queda de lado por la integración, en este caso, de pequeños y medianos productores.

Solemos repetir que no nos sobra ningún productor. Con el asociativismo les damos el protagonismo y podemos brindarles la calidad de vida y potencialidad que se merecen.

Por otro lado, el arraigo de nuestros jóvenes es muy importante. El asociativismo está vinculado a un esquema poblacional, descentralizado y federal. En todos los distritos y departamentos de las provincias, existe una cooperativa que puede gestionar un montón de herramientas para facilitar la des-urbanización del país.

Estamos frente a grandes cambios. Debemos formar parte de la geopolítica argentina promocionando el asociativismo y las pequeñas localías en los departamentos. Un cúmulo de pequeñas y medianas empresas donde el beneficio fundamental es el empleo de la población.

Como representantes de entidades cooperativas agropecuarias, como pequeños y medianos productores asociados, continuaremos sosteniendo la bandera del asociativismo para seguir creciendo y sentando las bases de una Argentina pujante e inclusiva.

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