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Roberto Pungitore, productor asociado de la cooperativa Algarrobo Bonito, maneja el vehículo en una recorrida por las rutas junto a las viñas sin follaje. La vista de General Alvear parece una postal invernal, algo que desentona con la primavera en que estamos. La piedra dañó tanto frutales como vides, con una diferencia abismal entre quienes invirtieron en una malla antigranizo y quienes no.

En el centro y de gorra, Roberto Pungitore con otros productores

“Si te agarró la piedra, perdés la cosecha, eso es sabido. Pero además el daño es tal la planta necesita tiempo para recuperarse y al otro año (cosecha 2020) recién dará cerca de un 50%. Eso quiere decir que recién en 2021 vas a estar cosechando lo que debería ser, siempre y cuando no ocurra nada entre medio”, afirma Pungitore junto con otros productores.

En la recorrida, asociados comparaban los daños en viñedos nuevos cuya cosecha se perdió totalmente. “Parece que fuera invierno”, se escuchó más de una vez. La realidad de cada afectado varía según contratara el seguro, tuviera malla o se dedicara sólo a la vid. El “después” viene acompañado de curaciones, limpieza y reinversión para continuar adelante.

Estar asociado a una cooperativa también marca una diferencia importante ya que las entidades funcionan como nexo entre los afectados y los mecanismos de ayuda del Estado. También los cooperativistas tuvieron a disposición un ingeniero y recibían información sobre las curaciones, además de la compra conjunta de agroquímicos.

Así fue en el caso de Juan Carlos “Yoni” Wariyczuk: “Vino el ingeniero, me explicó que si yo le corto bien cerquita de la madera vieja puede haber una yema dormida que explote. No se si será así pero quiero ordenar la poda para el año que viene, sino va a ser muy difícil para la próxima temporada”.  Una de las recomendaciones que vio fue fumigar con cobre, para evitar que los hongos afecten a los nuevos brotes.

De todas formas, “Yoni” cree que el panorama es complicado con o sin granizo. “Más malo es la situación económica que vivimos los productores, por ejemplo con la devaluación. Lo que producimos no tuvo ningún aumento, mientras que los insumos como el combustible o los agroquímicos están dolarizados. Eso me parece que es más grande que una piedra”, reflexionó.

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