La pandemia ha puesto a prueba todas las estructuras existentes y de toda índole (políticas, sociales, económicas, etc). Personas, empresas y Estados en general se encontraron con una innumerable cantidad de desafíos cuya resolución fueron sumamente complejas y que además se debían realizar lo más rápido posible. Dicha crisis sin precedentes puso en evidencia que todos los modelos que rigen nuestras vidas deberían estar fundados en el cuidado y crecimiento de la persona, la sociedad y el ambiente donde se desarrollan, porque si algo nos ha enseñado esta pandemia es que “nadie se salva solo” y también ha quedado claro que no existe la dicotomía entre “salud o economía”, como si la vida personal pudiese fragmentarse tan fácilmente, sino que ambas son importantes.
Y es así como la economía social y en particular el cooperativismo, vuelven a demostrar que son modelos económicos sostenibles exitosos y más vigentes que nunca. Creemos que los momentos de crisis son aquellos en los cuales se ponen realmente a prueba los principios y valores que nos caracterizan y es en momentos como estos en los cuales queda patente la necesidad de trabajar solidariamente en la búsqueda del bien común.
Existen una gran cantidad de ejemplos alrededor del mundo de la capacidad de adaptación de las cooperativas a la crisis demostrando su aptitud para reorganizarse, reinventarse y cooperar con su entorno. Haciendo hincapié en algunos podríamos afirmar que las cooperativas de productores y consumidores han sido fundamentales para mantener las cadenas de suministro de bienes y servicios esenciales al hacer foco en sus comunidades. Las cooperativas de crédito han establecido fondos de solidaridad para apoyar a empresas y a poblaciones vulnerables, como también las cooperativas industriales, sociales y de trabajadores han transformado sus productos y servicios para satisfacer la acuciante demanda local de equipos de protección, alimentos, suministros y atención social.
En India, las cooperativas desarrollaron la aplicación oficial que utiliza el estado de Kerala, al sudoeste del país, para brindar información sanitaria a la población. Allí también la banca cooperativa está impulsando la donación de recursos para un fondo de emergencia ante el Covid-19 y está dando muchas ayudas financieras a la gente. En Estados Unidos las cooperativas se han considerado servicios esenciales en rubros como alimentos o servicios públicos y además se trabaja en la posibilidad de convertir las pequeñas empresas en cooperativas de trabajadores.
Por último cabe resaltar que a nivel mundial ha crecido exponencialmente el número de cooperativas en el último año. Particularmente en nuestro país, de acuerdo a datos entregados por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), sólo en los primeros cuatro meses de 2021 se han matriculado 263 nuevas cooperativas. Esto demuestra que somos un modelo exitoso, ágil y versátil para adecuarnos a los nuevos tiempos y que cuenta con principios y valores tan necesarios para los desafíos que vendrán.
Nicolás Vicchi
Subgerente de ACOVI