La realidad del sector vitivinícola y de las últimas cosechas marca que hay una gran falta de mano de obra para levantar las uvas de los parrales.
Hoy se habla en concreto de dos sistemas: la mecanización total y la cosecha asistida, más al alcance de los productores. Para esta última utiliza los denominados bins o carros cosecheros, ubicados entre las hileras, donde el productor va descargando la uva. Esto evita que tenga que caminar con el tacho largas distancias y subir hasta el camión para descargar la uva.
“Es fundamental poder avanzar en la cosecha asistida. Este año tuvimos la mitad de una cosecha normal y nos costó conseguir cuadrillas. Cuando tengamos una temporada normal el problema va a ser grave. Hoy lo fundamental es ir dando pasos, no hace falta llegar a la total mecanización, pero sí a un proceso asistido que permita optimizar los costos y eficientizar los tiempos, lo que permitiría lograr hasta una reducción de un 20% de los costos actuales”, resaltó al respecto el presidente de ACOVI, Eduardo Sancho, en declaraciones al diario Los Andes.
“Se trata de mejorar las condiciones laborales de la mano de obra a través de la tecnificación. Esto disminuye la necesidad de cuadrillas, los costos y hace que la cosecha sea mucho más sencilla y rápida”, explicó Sancho, y aclaró que “el tema no es reducir costos de mano de obra, porque la forma asistida utiliza muchas personas. El tema es la falta de personal para la cosecha en el momento adecuado”.
Sobre este último concepto, el presidente de ACOVI se explayó y sostuvo que “es muy importante levantar la cosecha cuando la uva está en su momento justo, y no siempre está disponible en esos instantes la cuadrilla para hacer el trabajo, entonces se cosecha con la vid pasada, o antes de su punto de maduración, y eso afecta la calidad”.