Desde hace 8 años, ACOVI trabaja con Fundación Pilar en proyectos educativos como Espacio Cognitivo del Alumno (ECA). María Dolores Miranda Tellez, Orientadora Familiar de dicha fundación, nos comparte una palabras especiales por el Día del Estudiante.
Estudiantes con sentido de vivir un mañana
“Este ser responsable es siempre un ser responsable de realizar valores” (V. Frankl 1997)
Diariamente se observa una cantidad de jóvenes que se dirigen a sus escuelas y universidades. Con entusiasmo algunos y otros solo con el afán de cumplir lo que corresponde a sus obligaciones cotidianas. De una manera u otra ocupan su lugar en una institución educativa. Sin embargo, preocupa en la actualidad el nivel y la calidad con la que reciben la enseñanza y cómo la asimilan. Cómo la adaptan a su conocimiento y más importante aún si representa un valor para ellos. Es preciso tener en cuenta que estos jóvenes son personas que viven distintas realidades, personas que reflejan con sus actitudes lo que se cultiva en sus hogares.
El buen vínculo familiar es imprescindible para fomentar en los jóvenes el empeño por el estudio, por aprender, conocer e investigar. Se trata de abrir las alas para que el entendimiento vuele, con el interés de conocer cada día algo nuevo. Los padres tienen un papel protagónico en el desarrollo intelectual de sus hijos, en cooperar desde las funciones básicas que les compete con un sano equilibrio tanto en lo físico, espiritual y afectivo. Un joven que solo escucha regaños al llegar de la escuela o tal vez que no percibe el interés de sus padres por sus actividades académicas, no puede esperarse de él que obtenga el rendimiento óptimo en sus estudios. No pasa solo por tener dificultades de aprendizaje, sino que muchas veces pasa por la falta de afecto, atención, comprensión y de tiempo que los padres no les conceden. Una triste realidad que se acentúa con mayor aumento en los gabinetes psicopedagógicos.
También el vínculo con la institución educativa es primordial. La familia debe involucrarse con la institución. Desde la elección de la misma, que se comparta los mismos valores y criterios de enseñanza, logrando un diálogo abierto y colaborativo, en un marco de respeto para cualquier situación que pueda presentarse. Es primordial saber qué les enseñan, si cumplen con las tareas, cómo se desenvuelve con sus pares y con los docentes. Sirve tener presente a la hora de elegir una institución educativa que ambas, escuela y familia, tengan un mismo objetivo. Distinguiendo siempre que la familia educa y la escuela instruye.
De este modo funcionando bien cada uno de éstos ámbito se estimula y refuerza a los jóvenes en su desarrollo, apuntando en que cada etapa de su crecimiento logre las metas que se propone. Así el estudiante se esfuerza para aprender, porque le da sentido a su deber. Se siente contenido en la escuela y en la familia. Ambas quieren y buscan lo mejor para él. Esto lo mueve al compromiso y responsabilidad.
Sin duda, el esfuerzo propio del estudiante, el interés por conocer algo nuevo y valorarlo, dependerá de los adultos que contribuyan a su desarrollo integral. Acompañándolo en la búsqueda del camino que lo lleve a darle un verdadero sentido a la vida. Ese es el objetivo a tener presente. Solo así el joven responderá porque comprende el valor recibido y sabe hacia dónde debe dirigirse.
Estudiante ¡Feliz Día!
María Dolores Miranda Tellez
Orientadora Familiar
Fundación Pilar