Son socios de la Cooperativa Real del Padre de San Rafael e implementaron un sistema de cosecha asistida para evitar los altos costos de los fletes, mejorar la calidad de la materia prima y disminuir la cantidad de cosechadores.
Gaspar Alonso y José Luis Casorla son ambos productores socios de la cooperativa Real del Padre de San Rafael, con fincas a 10 km y 1 km de la cooperativa, que en los últimos años implementaron un nuevo sistema de cosecha que les permitió solucionar un problema logístico.
Tal como explicó el ingeniero asesor de la cooperativa, Mauro Compan, “los fletes que les cobraban eran muy caros porque estaban regulados por kilo y tenían un precio fijo en la zona, tanto si hacías 20 km como si hacías 1 km”.
Ante esta situación, los productores decidieron modernizar la cosecha e implementar el uso de bines y carros, lo que se conoce como cosecha asistida. “Primero adquirieron una cantidad aproximada de 50 bines, gracias al sistema de compras conjuntas de FECOVITA. Esa cantidad se definió con la intención de tener un viaje y medio por camión y a su vez, permitir que los cosechadores continuaran trabajando mientras se hiciera la descarga de la uva en la bodega”, relató el técnico.
En el caso de Alonso, también compró un carro que carga 4 mil kilos, con 8 ruedas, todas las medidas de seguridad, incluyendo frenos y 3 lugares de descarga. Además puede ser enganchado tanto al tractor como a la camioneta, siendo esta última opción la más utilizada por el productor. Este carro fue adquirido con el sistema de créditos de FECOVITA y es a pagar con producción.
El siguiente paso dado por el productor fue la adquisición del tractor junto a la pala volcadora, la cual se utiliza para volcar los bines en el carro, tarea que vuelve más eficiente el recambio de los bines en la finca, insumiendo menor cantidad de bines para realizar la cosecha.
Los beneficios
Así, los productores pudieron reducir la cantidad de cosechadores que necesitaban. Pasaron de 20 a 7 cosechadores, en el caso de Casorla, y de 12 a 5 cosechadores en el caso de Alonso.
Además, la calidad de la cosecha mejoró notablemente, como destaca el técnico, “ya que la uva es volcada en el camión o carro en el momento y luego, inmediatamente va a la cooperativa a ser descargada. Esto permite menos racimos apretados, menos jugo en el carro y también facilita la logística dentro de la bodega porque es un tránsito rápido (llegan al final de la mañana, a primera hora de la tarde y al final de la tarde), y no como usualmente, que los camiones llegan a las 6 de la tarde y hacen fila hasta ser molidos.
Alonso, coincide: “Se ahorra mucha plata en flete y en mano de obra. Y la calidad de la cosecha es muy superior. Tengo la satisfacción es que la cosecha se hace mejor, más tranquila, la gente se maneja mejor. El año pasado coseche 170.000 kg. de uva con 5 personas. Antes lo tendría que haber hecho con 12 o 15 personas. Además, se optimizan los tiempos, la uva va con menos hojas y sin pisar, lo que también beneficia a la cooperativa por la mejor calidad de uva”.
Sin embargo, el productor destaca que solo no hubiera podido implementar este sistema. “El tema pasa por financiación. Yo tuve la suerte que con el respaldo de la cooperativa y de FECOVITA, pude obtener el crédito para comprar el carro hace 3 años. Anteriormente habíamos comprado los bines con un subsidio a 10 años. El año pasado pude comprar el tractor, con un crédito del Banco BICE bajo el operativo de FECOVITA, al cual le adose la pala volcadora. Todo ha sido a fuerza de crédito”, resume.