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El Observatorio Cooperativo de ACOVI elaboró un informe sobre los costos de la cosecha en curso comparando tres modalidades: cosecha manual o tradicional, asistida y mecanizada. De las tres, la que resulta con mayores beneficios es la cosecha asistida y se proponen acciones para promoverla entre los productores.

El caso tomado como análisis es un productor que administra 10has de viñedos, viendo las posibilidades con uvas de alto rendimiento (Criolla de 200qq/ha) y de menor rendimiento (Malbec de 90qq/ha). La distancia entre la finca y la bodega se estima en 25km y se calcula el costo de flete en base a la tarifa sugerida por APROCAM para la cosecha 2019.

Eduardo Sancho, presidente de ACOVI, señala: “En este informe se desarrollan tres modelos en pos de cuantificar económicamente el costo operativo de cada uno de ellos. La cosecha asistida o con bines se posiciona como la más conveniente, con mayor flexibilidad y adaptación al productor de pequeña escala. También hay otros factores a tener en cuenta en la asistida como una mejor calidad de cosecha por el cuidado de la uva, una labor más humanizada y más productiva”.

La cosecha manual ha tenido un incremento en promedio de un 23% respecto al año 2018, siendo la mano de obra -pago de fichas- el factor de mayor peso. La cosecha asistida aumentó su costo en promedio 26% en un año, pero como las condiciones laborales mejoran hay mayor productividad: se puede hacer la misma labor que con la manual con un tercio menos de trabajadores. Finalmente, la opción mecanizada tuvo una suba en promedio del 73% debido al aumento del dólar y esta temporada se presenta como una alternativa muy costosa.

En cuanto a la promoción de la cosecha asistida, Nicolás Vicchi, subgerente de ACOVI, sugirió adoptar “mecanismos de incentivos para que el productor pueda empezar a migrar su forma de cosechar, como una línea de financiamiento o incentivos fiscales a plazos acordes (5 a 7 años) para tener su kit de cosecha asistida”. Para este año la inversión inicial en bines, estimando unas 35 unidades para 10 hectáreas, ronda los 186.000 (sin IVA).

“Otro mecanismo es repensar el funcionamiento del Convenio de Corresponsabilidad Gremial para el caso de cosecha asistida. Una menor alícuota podría mejorar aún más los costos de este sistema permitiendo mayores incentivos para su implementación”, subraya Vicchi. Finalmente, otra opción es convocar a la integración de productores para que, en escala o a través de una cooperativa, puedan desarrollar el servicio de cosecha asistida y brindarlo entre ellos y hacia otros productores de la zona.

El informe completo puede verse haciendo click aquí.

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