Acovi aclara que la restricción total no tiene sentido.
Debe haber tolerancia cero para el que viola la ley. El tema está en
endurecer los controles. Se está focalizando la atención en donde no
está el problema.-
La Tolerancia cero no es la solución para paliar los accidentes de
tránsito ni los excesos, ya que no atacan el problema de fondo (o de
base). Es un tema cultural, de respeto al prójimo, de responsabilidad
ciudadana.
El vino es parte de nuestra tradición y cultura, sigue siendo una bebida
con una importante penetración en la dieta y alimentación de los
argentinos, que se asocia principalmente a la familia y amigos, y no a
salidas nocturnas.
El problema de los excesos, entre ellos el de alcohol, es un tema
cultural y social, de responsabilidad civil…
Estamos de acuerdo con la existencia de restricciones y defendemos
las intenciones de los gobiernos provinciales de disminuir los
accidentes de tránsito fatales. Sin embargo, el problema no pasa por
prohibir, sino por aumentar los controles y endurecer las
sanciones.
Los accidentes que se quieren prevenir se producen por un nivel de
alcohol en sangre mucho mayor a 0,5. Por eso la solución no es la
tolerancia cero, sino la realización de controles más eficientes
Carlos Iannizzotto, gerente de la Asociación de Cooperativas
Vitivinícolas (Acovi) afirma que -“estamos a favor de la vida y
lamentamos los daños que provoca el consumo irresponsable, pero
sabemos que el vino tiene poco que ver con el problema que se
intenta combatir”.
“Está demostrado científicamente que tener 0,5 gramos de alcohol no
altera los reflejos. La tolerancia cero no nos parece lógica”, explicó
Iannizzotto. “Por supuesto estamos de acuerdo en la necesidad de
límites y controles, pero la tolerancia cero es inviable”, agregó el
Presidente de Coninagro.
Por su parte el Subgerente de Acovi, Nicolás Vicchi agregó “- La
mayoría de los accidentes que se producen por consecuencia de
exceso de alcohol se dan en un ambiente que no tiene relación con el
vino, como boliches o lo que se ha dado en llamar Industria de la
Noche. Y que – “ se sabe cuáles son los lugres en donde más riesgos
hay en que se conduzca en estado de ebriedad, se debería extender
el planteo hacia una Política pública que ponga como prioritaria la
vida y su protección en todos los que conducen en la vía pública.”
Nosotros como parte de la cadena Vitivinícola debemos reforzar todo
lo necesario para la concientización de un consumo responsable ya
que no estamos ajenos. La Vitivinicultura no puede evadir esa
responsabilidad a la hora de educar en el consumo responsable
también.” Concluyó Vicchi.
No existe ninguna medición oficial que indique con exactitud cuál ha
sido el impacto real que la restricción tuvo sobre el consumo de vino
en las seis provincias que han aplicado esa medida.
Estamos de acuerdo en avanzar con una legislación que ofrezca un
margen de mayor sanción a quienes conducen con alcohol en
sangre. Una ley de este tipo es necesaria para evitar siniestros viales
que en muchos casos nos hacen lamentar muertes y situaciones
irreversibles.
La Vicepresidenta de la Coviar, Hilda Wilhelm de Vaiaretti, expresó
que “somos conscientes de que el vino tiene alcohol, pero no es justo
equiparar al vino –fruto de nuestra cultura y única bebida alcohólica
producida por una economía regional- con el resto de las bebidas
alcohólicas que son productos industrializados. Nuestra preocupación
es grande y real. Por cada punto de consumo que pierde el vino,
cientos de productores quedan en el camino, son pueblos que quedan
relegados. Esta industria del interior del país involucra a mucha gente
que pone el alma para llevar el vino a la mesa de los argentinos”.
Es necesario destacar la importancia que implica la defensa del vino
como producto de una economía regional que da trabajo a miles de
personas.
El Vino es bebida Nacional:
Por último, no podemos dejar de mencionar el hecho que existe una
Ley nacional que declara al vino como bebida nacional (Ley 26.870)
con el fin de promulgar su promoción y consumo en el mundo.
Sancionar una ley como la de tolerancia cero iría en contra de otra ley
nacional, lo que conlleva de por sí una contradicción en la legislación
aprobada.
Es necesario informar y educar a diputados, senadores y funcionarios
de todo el país sobre los beneficios del consumo responsable de vino,
no sólo para la salud (demostrado científicamente) sino también para
la cultura y la economía de los argentinos y su rol de elemento de
identidad y vehículo de proyección internacional del país.