El Observatorio Cooperativo de ACOVI elaboró el informe correspondiente al mes de septiembre para reflejar la situación que enfrenta el pequeño productor al momento de producir vino tinto genérico y vino blanco escurrido, así como también visualizar las condiciones que serían necesarias para que pueda afrontar los costos.
Las estimaciones muestran que el productor de vino tinto se encuentra en una situación en la cual no logra hacer frente a los costos anuales de su explotación primaria con los ingresos por la venta de su vino, requiriendo un precio 78% superior al actual ($15,82 el litro) o bien un rendimiento de 355 quintales por hectárea.
La situación del productor de vino blanco muestra un panorama similar, requiriendo un precio 78% mayor al actual ($13,12 el litro) o un rendimiento de 542 quintales por hectárea para equilibrar sus cuentas.
En relación a esto el subgerente de ACOVI, Nicolás Vicchi, destacó: “Claramente los valores obtenidos exceden la capacidad productiva que puede brindar la planta. Se debe tener en cuenta que en condiciones ideales de laboreo e inversión en insumos y fertilizantes, una uva Bonarda o Syrah podría llegar a un rendimiento de 250 quintales por hectárea. En el caso de una Pedro Giménez o Criolla podríamos hablar de 350 quintales por hectárea. Nuestros cálculos indican que para que el productor pueda cubrir sus costos debería exigirle a la vid rendimientos inalcanzables”.
Por su parte, el análisis estima que la devaluación ocurrida en el mes de agosto de 2019 incrementó los costos totales anuales un 7% aproximadamente. No obstante, se destaca que la medida de aumento del mínimo no imponible para contribuciones patronales tuvo un impacto positivo, reduciendo los costos totales anuales un 2%.
Independientemente del tipo de productor analizado, se advierte que la situación actual es resultado de un incremento sostenido en los costos durante el último año, una caída en los ingresos del productor de vino tinto y un estancamiento en los ingresos del productor de vino blanco.
Si se expresan algunos costos relevantes para el productor primario en términos de la cantidad de litros de vino necesarios para cubrirlos, se observa que en general se necesita mayor cantidad de vino que el año pasado.
A modo de ejemplo, se calcula que un productor de vino tinto común debería producir el equivalente a 3.288 botellas de vino por hectárea para hacer frente a los costos anuales asociados al uso del tractor propio (mano de obra y combustible), un 53% más que hace un año. Este dato es el resultado de un incremento interanual de 46% en el costo anual en combustible, 25% en mano de obra y una caída de 12% en el precio del vino.
En el caso de la energía eléctrica, este productor requiere el equivalente a 964 botellas de vino por hectárea para cubrir los costos anuales, un 97% más que el año pasado, producto de un incremento interanual de 74% en el costo eléctrico anual y de una caída de 12% en el precio del vino.
Las estimaciones muestran un escenario difícil para el productor vitivinícola, con una coyuntura económica que impacta fuertemente en los costos y donde la caída de los despachos al mercado interno en los últimos años ha producido una acumulación de stocks vínicos afectando negativamente el precio pagado al productor.
Carlos Iannizzotto, Gerente de ACOVI, expresó que: – “Las economías regionales están desconectadas del Mercado. Abrir ésos mercados lleva tiempo. Por eso, necesitamos una política de 15 a 20 años que nos dé previsibilidad”.
Y agregó: -“Los problemas se pueden solucionar fomentando el asociativismo y la economía de escala”- concluyó el dirigente de Coninagro también.
En tal sentido, Nicolás Vicchi, Subgerente de la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas Argentinas, dijo que: “Es necesario disminuir estos excedentes con políticas que fomenten el crecimiento del mercado externo. Se debe avanzar en nuevos acuerdos internacionales, permitiendo al sector llegar a más países con un producto a precios competitivos y asegurando una rentabilidad adecuada al productor primario. Si bien el acuerdo Mercosur – Unión Europea representa una oportunidad para el sector, se debe destacar el importante apoyo que el bloque europeo brinda al sector vitivinícola”.
Además remarcó que: “Es importante también mencionar las herramientas que el sector cooperativo pone a disposición de sus asociados, como el pago del vino a precios superiores que el mercado, compra conjunta de insumos, asesoramiento técnico gratuito, microcréditos, fondo solidario contra contingencias como el granizo, servicio de cosecha mecánica, entre otras. Todas herramientas que permiten al productor hacer frente a la difícil situación de nuestro sector”.
Por último, el dirigente vitivinícola expresó que: “Resulta necesaria la articulación junto con el sector público para la creación de mecanismos de financiamiento y de acceso a la constitución de empresas de servicios por parte de los productores, esto permitirá disminuir los costos de producción e incorporar tecnología al tiempo que se generan mejores fuentes de ingresos”.
El informe completo puede verse aquí: