El canciller Felipe Solá presentó ante 64 cámaras empresariales el informe: “Mercados Agroalimentarios. Relevamiento de Oportunidades”. El ministro explicó que el trabajo es producto de un relevamiento realizado por las embajadas argentinas buscando oportunidades comerciales para las exportaciones, aún en el marco de la pandemia Covid-19. Y aseguró «Hay que partir de un cambio de mentalidad para que las exportaciones argentinas de origen agroindustrial exploten”.
ACOVI participó de dicha convocatoria. “Nos reunimos con el canciller Solá y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales Jorge Neme para conocer las oportunidades y demandas internacionales para el sector vitivinícola fruto de un interesante trabajo que realizo cancillería junto a las embajadas. Planteamos la necesidad de avanzar en negociaciones bilaterales como México y la reducción arancelaria para potenciar nuestras exportaciones. También expresamos la importancia de disminuir los costos logísticos e impositivos para mejorar la competitividad”, remarcó el subgerente de ACOVI, Nicolás Vicchi.
El presente trabajo se enmarca en el seguimiento que realiza la Cancillería Argentina y su Red de Representaciones en el exterior acerca del impacto de la pandemia COVID19 sobre los mercados internacionales y tiene como objetivo brindar información vinculada al comportamiento de los mercados agroalimentarios y la existencia de oportunidades que deberían ser exploradas y aprovechadas en el corto plazo.
Solá dijo en la reunión -celebrada por teleconferencia- que fueron relevados en total 93 mercados. La Cancillería marcó como prioritarios 62 mercados en 10 regiones. A su vez para cada mercado destacado en esta primera etapa, se anexó una priorización de hasta 5 productos que tienen potencial exportable.
“Esta crisis sanitaria afectó la producción y el consumo de alimentos, y eso trae problemas y oportunidades”, dijo el ministro. “Acá estamos destacando las oportunidades.”
“Queremos ir por mucho más”, dijo Solá, y dio un ejemplo. “En la Argentina existe el proyecto de Vaca Muerta. Si el criterio con que se encaró Vaca Muerta fue ‘hagamos todo lo necesario para que esto se dé’, ¿por qué no tener ese mismo criterio hacia el aumento de exportación de productos agroindustriales?”
Solá detalló que podría tratarse de “los productos básicos, agrícolas, anuales o cultivos perennes, agroindustria, unido a todo lo que tenemos nosotros como inteligencia para exportar, que es muy grande”. “Hay que salir de la cuestión de si algo tiene o no valor agregado: los productos primarios tienen enorme valor agregado, tienen genética, inteligencia, agrónomos, industria química…”.
Y agregó: “El problema no es si tienen no valor agregado. El problema es que son los de valor más bajo. Hay mucho valor agregado pero un valor bajo. Entonces tenemos que avanzar hacia productos de mayor valor. Con este criterio por qué no pensar que si hubo una Vaca Muerta puede haber una vaca viva que exporte grano de maíz o carne porcina o aviar, solo por dar ejemplos. Hay que partir de un cambio de mentalidad para que las exportaciones argentinas de origen agroindustrial exploten”.
La mayoría de las oportunidades a explorar corresponden a cereales y oleaginosas, aceites vegetales (soja, girasol, oliva), carnes (bovina, aviar, porcina), frutas frescas, frutos secos, productos de la pesca, lácteos (leche, leche en polvo, quesos), harinas, vinos, yerba mate, golosinas y preparaciones alimenticias.