ACOVI frente a la preocupación manifestada por nuestras cooperativas vitivinícolas asociadas del sur provincial, queremos expresar la necesidad imperiosa de realizar la obra de trasvase de aguas del Río Grande al Atuel, redireccionando las acciones del proceso licitatorio de la Presa Portezuelo del Viento en marcha.
Consideramos que es una necesidad estratégica garantizar la sustentabilidad de los oasis agroindustriales del sur de la Provincia, pero no en el futuro, sino ahora, pues la amenaza cierta se le presenta a nuestra generación.
El superior interés público de la Provincia exige reevaluar las obras de Portezuelo del Viento por razones sobrevinientes a los acuerdos iniciales que se suscribieron con la Nación, pues con posterioridad a tales acuerdos se han verificado catorce (14) años de severa restricción hídrica en los oasis del Sur (Los Ríos Diamante y Atuel actualmente cuentan con tan solo el 60 % de los caudales históricos) y por otro lado se agudiza al extremo la situación cuando se ha condenado a Mendoza a entregar 3,2 m3 del río Atuel a la Provincia de La Pampa. Tales razones trascendentes, si bien no pudieron ser tenidas en cuenta en su momento, si corresponde evaluarlas para tomar una decisión de la cual no se desprendan daños ciertos al desarrollo sustentable del sur.
Cabe destacar que en el mismo informe de Consultora que contrató la Provincia para el Proyecto Ejecutivo que actualmente se ha licitado, se advierte que también se informó que, con similares recursos, se puede encarar la denominada PROPUESTA VARIANTE, la cual consiste en construir la Presa de Portezuelo del Viento de menor tamaño y con la misma capacidad de generación eléctrica, y de manera simultánea encarar la Presa la Estrechura y el túnel para trasvasar el agua mendocina del Río Grande al Río Salado, y por éste, a la cuenca del Atuel.
Tales obras se desarrollan íntegramente en el Departamento de Malargüe y permiten aprovechar más las posibilidades de generar energía e incorporar tierras útiles, tanto en Malargüe como en General Alvear y en San Rafael, haciendo sustentable el desarrollo del sur mendocino en su ámbito productivo, económico, ambiental y social en el marco de la severa restricción hídrica que sufre y se agrave cada vez más.
En el marco de la severa restricción hídrica, sin el Trasvase, Mendoza no aprovecha su agua para consumo consuntivo, lo cual, conlleva gravísima inseguridad jurídica de los regantes que se verán impedidos de poder contar con la dotación normal de agua de sus concesiones y con ello, cundirá el desánimo, y la migración, en especial de los jóvenes, será paulatinamente inexorable.
Creemos que la decisión política de rango estratégico para la Provincia, debe ser tomada de forma URGENTE a los fines de poder hacer lo más eficiente el gasto y la inversión, pues lo que está en juego no solo excede al gobierno de turno, sino que signa la suerte del desarrollo de las generaciones futuras en el sur.
No olvidemos que los recursos son el producto de la indemnización derivados de una demanda resuelta favorablemente a favor de Mendoza, la cual estuvo relacionada con los daños que provocara el régimen impositivo de promoción industrial, en particular los ocasionados en el sur de la Provincia, lugar desde donde se protagonizaron los reclamos a la Nación en virtud de los cuales ésta asumió el compromiso de emitir Letras intransferibles con destino a la Provincia de Mendoza para el Proyecto Integral del Trasvase.
ACOVI expresa que las obras de trasvase no podrán demorarse más, pues a medida que pasa el tiempo, el conflicto con La Pampa se agrava, pues los usos consuntivos que se realicen en La Pampa y Buenos Aires, si Mendoza no usa su cupo del Río Grande, muy probablemente corre el riesgo en un futuro de perder tales caudales por no realizar un uso consuntivo cierto del mismo, tal como así lo sostuviera la misma Provincia de Mendoza en el conflicto con La Pampa resuelto en 1987 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Por ello es que solicitamos se comience con los trámites necesarios para incorporar efectivamente las obras del trasvase del Río Grande al Atuel por la denominada cuenca alta, por cuanto: se incrementa la generación de energía eléctrica; se incrementa la superficie cultivada en los departamentos del sur de Mendoza; se mitiga la severa restricción hídrica; se garantiza la seguridad jurídica de las concesiones de agua para riego agrícola; se afianza la posibilidades de un acuerdo con la Provincia de La Pampa, y se garantiza la continuidad y desarrollo económico y social de los departamentos sureños.
Es un histórico reclamo expresado desde nuestra entidad en reiterados documentos presentados a ministros, superintendentes, y que recientemente, se encontraba incluido en un conjunto de propuestas para el desarrollo vitivinícola entregado a los candidatos a gobernador de las últimas elecciones.